martes, 12 de enero de 2016
Adicción al cigarrillo
El cigarrillo está vinculado a los pulmones, símbolo de vida, libertad y
autonomía, comunicación entre yo y el universo. Está considerado como una
forma de protección, un “velo” que me permite ocultar ciertas angustias
profundas. Creo protegerme por esta pantalla de humo que me rodea y que me
impide ver la verdad. Inconscientemente, el cigarrillo colma también
necesidades pendientes de la infancia, primeras tomas de pecho, calor, amor,
afecto de la madre. Enciendo un cigarrillo sin pensar en ello, es una
costumbre, un gesto automático, una manía que se ha hecho muy importante
para mí. Necesito equilibrar en más o en menos mi nerviosidad, mi
excitabilidad nerviosa. Quiero encontrar “la paz de mi madre”, la seguridad de
ésta. Si fumo, es porque huyo una situación demasiado desagradable, mi
familia, mi vida. Este humo hace que mis decisiones estén aún más nebulosas.
El cigarrillo aumenta el ritmo cardíaco y actúa a título de estimulante.
¿Cuáles son las decisiones que no consigo tomar y que me hacen la vida sosa?
Identifico mis necesidades auténticas. Acepto comunicar más y de un
modo más fácil. Si quiero dejar de fumar, sería bueno que hallara la causa
emocional a la cual está vinculada esta costumbre, lo cual facilitará mucho el
cese. Entonces veré más claramente lo que realmente quiero en la vida y mis
necesidades estarán colmadas en armonía con mi ser auténticoMe gusta
Manual de enfermedades emocionales.
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